En los primeros años del siglo XX empezaron a bullir demandas de justicia de diversos sectores sociales, ya fuera por intereses económicos, sociales, religiosos o culturales. Las mujeres, casi siempre invisibles, no fueron la excepción, y uniéndose a la tendencia de la época levantaron su voz para reclamar los derechos que como seres humanos y protagonistas de la vida social, merecían.
Así, comenzaron a exigir salarios justos, a controlar su ciclo reproductivo, a ser reconocidas en la vida política y en el ámbito público, a no ser maltratadas en la vida privada por sus compañeros hombres y, en últimas a mostrar que existían, que siempre habían existido y que sin ellas no habría progreso, paz ni futuro.
Es una larga historia de lágrimas, maltrato, muerte, humillación, pero también lo es de alegrías, amor, tenacidad, vida, orgullo y salvación. Millones de mujeres que creen en las mujeres, al lado de hombres que creen en la igualdad, han luchado unidos para que hoy en día las mujeres puedan trabajar con salarios justos, puedan ser dueñas de la tierra, puedan decidir cuántos hijos tener- o no tener- y con quién, puedan elegir y ser elegidas, puedan estudiar, puedan ser iguales en tema de derechos al lado de los hombres, entre otras cosas.
Aún hay mucho camino por recorrer para que la igualdad sea universal; por eso, mujeres como las pertenecientes al Colectivo Las Muertes Chiquitas de la Universidad de Antioquia, y mujeres que representan cargos como líderes en la Secretaría de Salud, le apuestan a la labor educativa para seguir cambiando micro- realidades, desde la reflexión y desde la consciencia individual.
.JPG)
Fue pues este el tema tratado por nuestras invitadas, llenas de razón y corazón, quienes hablaron sobre esta historia y sobre las apuestas actuales del feminismo que en últimas no significa una guerra en contra de los hombres, sino una “teoría de la igualdad”.
Te invitamos a tertuliar con nosotros en Junio, debes estar pendiente del tema a tratar.
